Radiofrecuencia / Diatermia
El placer de unos calcetines calentitos
Mira, esta historia es bonita y real.
Cuando era adolescente me tocaba ir al campo en la cosecha de aceituna.
Nada extraordinario.
Llegaban las vacaciones de Navidad y era algo muy común entre los jóvenes en la zona donde
vivimos.
Sinceramente, a mí no me hacía especial ilusión.
Piénsalo.
En plena adolescencia me apetecía estar más en la cama bien calentito que cogiendo aceituna
pasando mucho frío.
Pero mucho, mucho.
Íbamos en familia, todos juntos.
La única que se quedaba en casa era mi abuela, y lo hacía por enfermedad, no le quedaba de
otra.
El punto de partida todos los días era la casa de mis abuelos.
Cuando llegábamos por la mañana tenían encendido un buen fuego en la chimenea del salón.
Todos nos reuníamos aquí.
Los adultos se bebían una copilla de Resoli.
Era la bebida energética de la época (hoy en día lo sigue siendo). Licor casero hecho a base de
café, hierbas y alcohol entre otros ingredientes.
Eso sí que te daba alas…
Pero sigo.
Yo llegaba con sueño, normalmente.
Buscaba un sillón cerca de la chimenea y allí me tumbaba con los ojos medio pegados hasta
que tocaba levantarse.
Me costaba horrores arrancar… más sabiendo el frío que hacía fuera.
¿Qué pasó?
Pues que un día, mi abuela, que me conocía, se le ocurrió poner a calentar unos calcetines al
fuego de la chimenea.
Así, al ponérmelos estarían calentitos y con suerte me activarían un poco más el cuerpo…
Y por curiosidad…
¿Habéis probado esa sensación?
¡Buaaa!
Mira, el momento en el que te los ponías nada más retirarlos del calor del fuego…
¡Qué sensación de bienestar!
Aunque fuese por unos instantes, te resucitaba el cuerpo para que arrancarme del sofá no me
costara tanto.
Esa era mi abuela.
En Fisioterapia no disponemos de chimeneas en consulta.
¿Te imaginas?
Lo que sí aplicamos es Calor de diferentes maneras.
Por ejemplo, todos conocemos la lámpara roja que si la tocas te quemas (infrarrojos).
Pero hoy en día, también usamos la DIATERMIA.
No deja de ser una corriente de alta frecuencia, pero que al entrar en el cuerpo produce un
calentamiento interno de los tejidos.
Un calor agradable.
Un calor de confort.
Un calor de bienestar…
Vamos, que este calorcito te sienta espectacular.
¿Lo mejor de esto?
Que este calor que tú sientes, mejora el funcionamiento celular…
Entre otros beneficios.
Salvo que estés embarazada o tengas un marcapasos, se puede aplicar a todo el mundo.
En nuestro Centro de Fisioterapia en Martos conocemos bien este tipo de terapia desde hace
unos años.
Estamos familiarizados con ella y la aplicamos a la mayoría de nuestros pacientes con buenos
resultados.
Sabemos lo que hacemos y sobre todo cómo lo hacemos.
Esta Terapia es un ejemplo de ello.
Recupera tu bienestar hoy mismo. ¡Agenda tu cita ahora!